Estar en la tutoría de la MAIS fue un privilegio no sólo para mi solicitud sino también para mi visión de la educación. Siempre de buen humor, los mentores y los grupos fueron esenciales para sentirme más seguro en el proceso, ya que yo ya sabía cómo funcionaba el programa deseado y ya tenía una buena parte de antemano, porque descubrí este maravilloso proyecto sólo más tarde. Con ella pude aclarar dudas, explorar nuevas oportunidades, tener ensayos no simplemente corregidos, sino superados, detalle por detalle, y por supuesto recibir apoyo moral incluso de otros estudiantes. Esto me mostró en la práctica que compartir el conocimiento es siempre necesario, ya que de la misma manera que alguien me ayudó con su experiencia, esta persona también fue ayudada. Para ello, con una simple iniciativa pero con el gran deseo de ayudar a hacer realidad los sueños, todo lo que se necesita es una red virtual, que formará una red aún mejor: la conexión entre los individuos que aspiran a cambiar el mundo que les rodea. Y eso es exactamente lo que hace la MAIS Startup.